Cuenta la leyenda que el
carro de la muerte no era popular únicamente en Guatemala, sino en muchos
países más. Esta se trataba de un carro que aparecía durante las noches y
anunciaba la muerte de alguna persona. También cuentan que se parqueaba frente
a las casas y se llevaba al fallecido.
A continuación un relato
de un encuentro con el carro de la muerte en Guatemala:
Después de un largo y
arduo día de trabajo en el campo, Mario se dirigía a su casa en la ciudad. Ya
casi anochecía y caminaba de prisa. Poco antes de llegar a su casa escuchó
el sonido de un carruaje muy cerca, lo que era muy normal en aquella época,
pero este sonido era diferente, sintió mucho temor. Corrió y decidió esconderse
en el parque, detrás de los árboles.
El sonido del carruaje se
escuchaba cada vez más cerca, pero a la vez daba la impresión de que nunca
llegaba y la espera se hacía interminable.
Sin darse cuenta, Mario
pasó la noche en el parque. De repente, despertó por el frío que sintió y
recordó lo ocurrido la noche anterior y en ese momento pensó que temerle a un
carruaje había sido algo absurdo. Se levantó y fue a su casa.
Los días pasaron y Mario
no podía olvidar lo ocurrido, así que decidió contárselo a un amigo.
Al escucharlo el amigo
también le compartió lo que contaba la gente al respecto. “Dicen que por las
noches se escuchaba a un carruaje ir a toda velocidad y que iba recogiendo a la
gente que moría, era conocido como El Carruaje de la Muerte”. Al
finalizar el relato añadió: “Posiblemente todo esto es un invento de la gente,
no hay que hacer caso”.
Mario no se quedó
tranquilo y junto con su amigo decidieron esperar esa noche, al carruaje y así
confirmar si los rumores eran ciertos.
Se encontraban en parque
bajo la noche fría y solitaria cuando comenzaron a escuchar el sonido de un
carruaje. Poco a poco pudieron verlo, cada vez más cerca. Y en efecto, se
trataba de un carruaje negro, tirado por caballos negros y con un conductor
vestido completamente de negro.
Igual que la primera vez,
el carruaje tardaba en llegar hasta donde ellos se encontraban.
Cuando por fin el
carruaje estaba frente a ellos, el conductor los observo fijamente y ambos
hombres se desmayaron. A la mañana siguiente, despertaron de frío y desde
entonces, tanto Mario como su amigo, se esconden dónde pueden cada vez que
escuchan el sonido de un carruaje, sobre todo por las noches.
Cuenta la leyenda
que el carro de la muerte no era popular únicamente en Guatemala, sino en
muchos países más. Esta se trataba de un carro que aparecía durante las noches
y anunciaba la muerte de alguna persona. También cuentan que se parqueaba
frente a las casas y se llevaba al fallecido.
A continuación un relato
de un encuentro con el carro de la muerte en Guatemala:
Después de un largo y
arduo día de trabajo en el campo, Mario se dirigía a su casa en la ciudad. Ya
casi anochecía y caminaba de prisa. Poco antes de llegar a su casa escuchó
el sonido de un carruaje muy cerca, lo que era muy normal en aquella época,
pero este sonido era diferente, sintió mucho temor. Corrió y decidió esconderse
en el parque, detrás de los árboles.
El sonido del carruaje se
escuchaba cada vez más cerca, pero a la vez daba la impresión de que nunca
llegaba y la espera se hacía interminable.
Sin darse cuenta, Mario
pasó la noche en el parque. De repente, despertó por el frío que sintió y
recordó lo ocurrido la noche anterior y en ese momento pensó que temerle a un
carruaje había sido algo absurdo. Se levantó y fue a su casa.
Los días pasaron y Mario
no podía olvidar lo ocurrido, así que decidió contárselo a un amigo.
Al escucharlo el amigo
también le compartió lo que contaba la gente al respecto. “Dicen que por las
noches se escuchaba a un carruaje ir a toda velocidad y que iba recogiendo a la
gente que moría, era conocido como El Carruaje de la Muerte”. Al
finalizar el relato añadió: “Posiblemente todo esto es un invento de la gente,
no hay que hacer caso”.
Mario no se quedó
tranquilo y junto con su amigo decidieron esperar esa noche, al carruaje y así
confirmar si los rumores eran ciertos.
Se encontraban en parque
bajo la noche fría y solitaria cuando comenzaron a escuchar el sonido de un
carruaje. Poco a poco pudieron verlo, cada vez más cerca. Y en efecto, se
trataba de un carruaje negro, tirado por caballos negros y con un conductor
vestido completamente de negro.
Igual que la primera vez,
el carruaje tardaba en llegar hasta donde ellos se encontraban.
Cuando por fin el
carruaje estaba frente a ellos, el conductor los observo fijamente y ambos
hombres se desmayaron. A la mañana siguiente, despertaron de frío y desde
entonces, tanto Mario como su amigo, se esconden dónde pueden cada vez que
escuchan el sonido de un carruaje, sobre todo por las noches.